“Lo que yo quería hacer en esta película es filmar y definir la perversidad con más sutileza que la definición que viene en el diccionario (tendencia a desear el mal y muchas veces sintiendo placer). Con este fin desmonto alguno de los mecanismos psicológicos y analizo sus nefastas consecuencias en una sociedad supuestamente civilizada, de la que quizá es uno de sus productos”.
“Desde Fritz Lang a Hitchcok, el género del suspense constituye el vehículo más popular y más eficaz para abordar cualquier tema abstracto”.
Claude Chabrol.
Como críticos de la revista Cahiers du Cinema y fundadores de la Nueva Ola infundieron un nuevo espíritu al cine de su país y a la postre al continental. Tomaron elementos del cine que más les gustaba, rompieron moldes con el cine existente, se adaptaron a los medios de los que disponían, formularon, teorizaron y esgrimieron una política de autores que más tarde se consolidó y a la que deben la fama y el prestigio individual que hoy día tienen.
Chabrol, además de autor, fue impulsor de muchos de sus compañeros, puesto que era el único que disponía de dinero para financiarse así mismo y a la vez gastar sus beneficios en la producción de películas que se convertirían en el primer pilar del nuevo movimiento. No bastaba con disponer de una buena cartera, además hacía falta talento. Con El bello Sergio (Le beau Serge, 1958), primera película de la Nouvelle Vague, triunfó en el Festival de Berlín y pudo así facilitarles el camino al resto.
Más allá del cine de su pais, recurrieron a sus ídolos americanos, en el caso de Chabrol fueron los Orson Welles, Howard Hawks, Fritz Lang, y por supuesto, Alfred Hitchcock, director que le fascinaba en cuanto a formas, pero también en cuanto a géneros. Cierto es que su prolija carrera le llevó por diversos caminos, pero sobre todo se especializó en dramas psicológicos protagonizados por la burguesía de nivel medio, esa a la que él pertenecía y que tan bien conocía. Su mirada al respecto, era cínica y burlona, y dejaba al descubierto toda la corrupción moral de ese estrato social.
Durante esta época Chabrol hace un estudio sobre la burguesía media y el impacto que la revolución sexual tuvo en las familias. Aceptar estas nuevas costumbres no ayudó a que la gente fuera feliz, sino todo lo contrario. Esas adversidades e infelicidades llevaban a los personajes de Chabrol indistintamente hacia el crimen. Se trataba de historias simples, con un par de renglones escribiríamos la mayoría de sus sinopsis, pero cuya profundidad de sufrimiento para los personajes se transforma en un complicado viaje por lo más patético de la vida.
Estos viajes, de sentimientos tortuosos, lo componen en su mayoría un trío amoroso, comúnmente formado por tres personajes llamados Charles, Helene y Paul (en el caso de La mujer infiel sustituido por Victor, aunque con el mismo rol). Todas las variantes respecto de estos nombres y sus papeles en la trama son intercambiables, pero coinciden en un punto: el desengaño amoroso y el crimen.
Chabrol, como Hitchcock, tendió hacia una fórmula de hacer películas que lo alejó de los principios fundamentales de la Nouvelle Vague, pero que le ayudó a formarse un estilo propio basado en la construcción interna del film, cosa que aprendió del estudio de Alfred Hitchcock. Esta época coincide con la producción de André Génovès y destacarían entre sus obras: Las ciervas (1968) Accidente sin huella (1969), La mujer infiel (1969), El carnicero (1970) o Al anochecer (1971), sin duda con ellas ganó en comercialidad y en opinión del propio Chabrol constituyen el mayor éxito de su carrera desde el punto de vista sociológico.
Otros elementos tomados del maestro inglés son la importancia de los personajes secundarios (los compañeros de la oficina, el detective o ese inquietante policia que sólamente se toca la nariz) y de los objetos. Significativos son la utilización de un mechero gigante (zippo) como metáfora del calor en la relación, de la pasión, y de un busto de mujer increíblemente parecido con la cabeza de Helene.
Un mechero que cambia de manos y el fuelle que sirve para avivar las llamas del fuego apartado en una pared. Sutilmente Chabrol nos muestra el estado de la relación.
"La construcción es mucho más importante que la intriga. El ideal sería que la forma de una película manifestara para todos la esencia, pero es evidente que esto nunca pasa. Los personajes y la intriga existen sólo para suscitar el interés del espectador, ya sea porque recobran lo que ya conoce, o porque le proponen aventurarse por un nuevo terreno. Pero lo que da forma a una película es siempre la construcción: es decir, todo lo referente al ritmo, la armonía de la forma escrita —la conexión entre las escenas— y el conjunto de señales que se disponen para que puedan comprenderse sin ambigüedad. La clave que permite pasar de la bidimensionalidad de la pantalla a la esencia de la película se encuentra sobre todo en la construcción".La ambigüedad y las falsas apariencias son también parte de los personajes de La mujer infiel. La pareja protagonista la forman un matrimonio que vive a las afueras de Paris. Él es un anodino responsable de unas oficinas, quiere a su mujer pero evidentemente no le entrega todo lo que ella necesita, es desapasionado y disfruta de una seguridad de clase que le reporta satisfacción. Helene es una mujer que vive tras el cobijo que su marido le proporciona. La estabilidad económica y sentimental no le impide buscar la pasión fuera del matrimonio. Es bella, independiente, sensual y goza de libertad de movimientos. Está interpretada por Stephane Audran, esposa de Chabrol y musa de muchas de sus películas. Ya desde el comienzo las sospechas del marido se hacen patentes y aunque intuye la infidelidad se niega a reconocerla. El personaje de Charles se demuestra patético y rebajado con respecto a las personas que le rodean. La ironía con la que son descritos nos la muestran en varias escenas. En una de ellas Charles invita a almorzar a Helene a lo que ella contesta que es imposible, que tiene muchas cosas de hacer: ir a limpiarse la piel, la peluquería, ir al cine…Evidentemente son engaños a su marido, pero son perfectamente reconocibles en la esposa de un hombre adinerado.
La banda sonora ayuda a mantener la tensión a lo largo del film, sin embargo durante la escena más importante del mismo, aquella en la que nuestro protagonista visita al amante de su mujer, la ausencia de partitura es si cabe más estremecedora, la naturalidad lograda con la ausencia de las raspaduras de violines dramáticos ayuda a hacer más creíbles los actos que acabamos de observar.
Decía el "Hitchcock francés" que con La mujer infiel había buscado plasmar la perversidad. Una cualidad que explica las acciones de estos burgueses, algo que no depende del raciocinio, algo más truculento que explota en el interior de la mente. Hacerle daño a la persona amada, pero de modo egoísta. El poder de la perversión es el de gozar pese al sufrimiento de otro. La estable indiferencia pactada que ambos se profesan se rompe con trágicas consecuencias.
Y así Chabrol, nos cuenta de nuevo el drama de la vida, diseccionando a sus semejantes desde lo más abyecto del alma humana, pero eso sí, con ironía y estilo. Con la mirada de un vividor elegante y su condición de cineasta inigualable.
JMT.
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Bonus 1.
Viñetas.
Viñetas.
El protagonista de La mujer infiel no puede ser más seco. !Mira que permanecer indiferente ante Stephan Audran en camisón...!
Chabrol y Rohmer estudian a Hitch. Si teneís la oportunidad de leer a ambos en los estudios que hacían para la revista de Cahiers du Cinema comprobaréis que la palabra "metafísica" les gustaba más que a un tonto un lápiz. Rozando lo pedante con maestría. Hitchcock va montado en un tren porque en el ciclo pusimos Alarma en el expreso.
Bonus 2.
Trailer.
Bonus 3
Otros datos y curiosidades.
-Chabrol, como Hitchcock, también se autopromocionaba. En un rápido plano se ve un cine en el que se anuncia "Les Biches", "Las ciervas" de 1968, película dirigida por Chabrol y protagonizada por Stephan Audran.
-En 2002, Adrian Lyne, rodó un remake americano protagonizado por Richard Gere y Diane Lane titulado "Infiel".
Otros datos y curiosidades.
-Chabrol, como Hitchcock, también se autopromocionaba. En un rápido plano se ve un cine en el que se anuncia "Les Biches", "Las ciervas" de 1968, película dirigida por Chabrol y protagonizada por Stephan Audran.
-En 2002, Adrian Lyne, rodó un remake americano protagonizado por Richard Gere y Diane Lane titulado "Infiel".
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