«Ha sido aquí en México que me he hecho profesional del cine. Antes no era más que un aficionado. Aquí aprendí el oficio.»
Luis Buñuel a Guillermo Cabrera Infante en México, durante su encuentro en mayo de 1957.
Sexto y último ciclo de la VI temporada de la Filmoteca de Sant Joan d’Alacant, dedicado por completo al cineasta español más universal de todos los tiempos, a Luis Buñuel.
Abarcar toda la obra del genio de Calanda se nos antoja muy complicado para un solo ciclo. Por ello, hemos considerado escoger la etapa más prolífica de Buñuel, la de su estancia en México. Un periodo que abarca 15 años, desde 1947 hasta 1962, y 20 películas.
Cabe recordar que cuando Luis Buñuel llegó a México no era un desconocido: llevaba ya una envidiable y, a la vez, pesada historia de celebridad y escándalo, pero también un silencio aún más pesado: su última película la había realizado en 1932, catorce años antes, ocho de los cuales los había pasado en Estados Unidos dedicado a oscuras tareas, casi todas burocráticas, relacionadas con el cine. A México llegaba a dirigir películas, lo que significaba borrón y cuenta nueva: un nuevo comienzo.
Hoy, 69 años después de su llegada en 1947 a México, se puede responder afirmativamente a la pregunta de si Luis Buñuel fue o no un cineasta mexicano, más allá del hecho de que —a partir de su llegada y hasta su muerte—, residiera en México, de que obtuvo la nacionalidad mexicana y de que fue allí donde murió el 29 de Julio de 1983. Ciertamente, su obra fílmica se desarrolla a lo largo de 49 años (desde 1928 hasta 1977) y en tres países: Francia, España y México. Pero, de las 32 películas que componen su filmografía, 20 fueron realizadas en México (más de la mitad).
Por ello, creemos importante recordar en este nuevo ciclo de la Filmoteca el legado que el cineasta aragonés dejó para la historia del cine a partir de la obra que realizó en el que, definitivamente, sería su país de adopción. A partir de su cine en México.
“Buñuel en México”. Así hemos titulado a este ciclo programado para los meses de febrero y marzo de 2016, en el que hemos escogido para su análisis y proyección, a modo de muestreo significativo, 4 de las mejores obras del genio de Calanda, de entre las 20 realizadas en tierras mexicanas.
Comenzaremos el próximo lunes 29 de febrero con la proyección de Nazarín (1959), adaptación de la novela homónima de Benito Pérez Galdós. Buñuel sitúa la historia en el México de principios del siglo XX, donde el humilde cura Nazarín —interpretado por Francisco Rabal— comparte su pobreza con los necesitados que habitan alrededor del mesón de Chanfa. Después de proteger a una prostituta que provoca el incendio del mesón, Nazarín se ve obligado a abandonar el lugar. En su camino, las acciones del religioso provocan una serie de conflictos que se oponen a su visión de la caridad cristiana. Nazarín contiene varias de las más inquietantes y enigmáticas imágenes de la filmografía buñueliana.
Continuaremos el lunes 7 de marzo con la proyección de Él (1953). Basada en la novela parcialmente autobiográfica de la escritora Mercedes Pinto -madre de los actores Pituka de Foronda, Rubén y Gustavo Rojo- Él presenta, con grandes dosis de humor negro, el retrato de la descomposición emocional de un hombre paranóico y los desastrosos efectos que sus celos provocan en las personas que lo rodean. En su única colaboración con Luis Buñuel, Arturo de Córdova logra en Él una de las mejores actuaciones de su carrera. Su personaje incorpora una serie de gestos y comportamientos propios del director, especialmente su modo de caminar, lo cual convierte a la película en una de las más reveladoras sobre la personalidad del genial aragonés.
El lunes 14 de marzo se proyectará El ángel exterminador (1962), cuya sinopsis resumió el propio Buñuel de este modo: “un grupo de personas que, una noche, al término de una función teatral, va a cenar a casa de una de ellas. Después de la cena, pasan al salón y, por una razón inexplicada, no pueden salir de él”. Nadie mejor que el propio Buñuel para presentar una de las películas más enigmáticas y surrealistas de la historia del cine, cuyas alegorías y mensajes ocultos debe tratar de descifrar cada espectador. El ángel exterminador es, probablemente, la obra cumbre de la filmografía del cineasta de Calanda.
Por último, el lunes 21 de marzo se proyectará Ensayo de un crimen (1955), basada en la novela homónima de Rodolfo Usigli. Ensayo de un crimen es una película a medio camino entre la comedia negra y el drama psicológico donde Buñuel flirtea con el psicoanálisis para desglosar, sin soberbia pero con firmeza el rosario de obsesiones y traumas personales de Archivaldo de la Cruz (Ernesto Alonso), un burgués acomodado que, a consecuencia de un acontecimiento en su infancia, se ve asediado por una serie de fantasías homicidas.
Todas las proyecciones serán a las 20:00 en el Auditorio de la Casa de Cultura de Sant Joan d’Alacant y con entrada gratuita. Os esperamos.
Abarcar toda la obra del genio de Calanda se nos antoja muy complicado para un solo ciclo. Por ello, hemos considerado escoger la etapa más prolífica de Buñuel, la de su estancia en México. Un periodo que abarca 15 años, desde 1947 hasta 1962, y 20 películas.
Cabe recordar que cuando Luis Buñuel llegó a México no era un desconocido: llevaba ya una envidiable y, a la vez, pesada historia de celebridad y escándalo, pero también un silencio aún más pesado: su última película la había realizado en 1932, catorce años antes, ocho de los cuales los había pasado en Estados Unidos dedicado a oscuras tareas, casi todas burocráticas, relacionadas con el cine. A México llegaba a dirigir películas, lo que significaba borrón y cuenta nueva: un nuevo comienzo.
Hoy, 69 años después de su llegada en 1947 a México, se puede responder afirmativamente a la pregunta de si Luis Buñuel fue o no un cineasta mexicano, más allá del hecho de que —a partir de su llegada y hasta su muerte—, residiera en México, de que obtuvo la nacionalidad mexicana y de que fue allí donde murió el 29 de Julio de 1983. Ciertamente, su obra fílmica se desarrolla a lo largo de 49 años (desde 1928 hasta 1977) y en tres países: Francia, España y México. Pero, de las 32 películas que componen su filmografía, 20 fueron realizadas en México (más de la mitad).
Por ello, creemos importante recordar en este nuevo ciclo de la Filmoteca el legado que el cineasta aragonés dejó para la historia del cine a partir de la obra que realizó en el que, definitivamente, sería su país de adopción. A partir de su cine en México.
“Buñuel en México”. Así hemos titulado a este ciclo programado para los meses de febrero y marzo de 2016, en el que hemos escogido para su análisis y proyección, a modo de muestreo significativo, 4 de las mejores obras del genio de Calanda, de entre las 20 realizadas en tierras mexicanas.
Comenzaremos el próximo lunes 29 de febrero con la proyección de Nazarín (1959), adaptación de la novela homónima de Benito Pérez Galdós. Buñuel sitúa la historia en el México de principios del siglo XX, donde el humilde cura Nazarín —interpretado por Francisco Rabal— comparte su pobreza con los necesitados que habitan alrededor del mesón de Chanfa. Después de proteger a una prostituta que provoca el incendio del mesón, Nazarín se ve obligado a abandonar el lugar. En su camino, las acciones del religioso provocan una serie de conflictos que se oponen a su visión de la caridad cristiana. Nazarín contiene varias de las más inquietantes y enigmáticas imágenes de la filmografía buñueliana.
Continuaremos el lunes 7 de marzo con la proyección de Él (1953). Basada en la novela parcialmente autobiográfica de la escritora Mercedes Pinto -madre de los actores Pituka de Foronda, Rubén y Gustavo Rojo- Él presenta, con grandes dosis de humor negro, el retrato de la descomposición emocional de un hombre paranóico y los desastrosos efectos que sus celos provocan en las personas que lo rodean. En su única colaboración con Luis Buñuel, Arturo de Córdova logra en Él una de las mejores actuaciones de su carrera. Su personaje incorpora una serie de gestos y comportamientos propios del director, especialmente su modo de caminar, lo cual convierte a la película en una de las más reveladoras sobre la personalidad del genial aragonés.
El lunes 14 de marzo se proyectará El ángel exterminador (1962), cuya sinopsis resumió el propio Buñuel de este modo: “un grupo de personas que, una noche, al término de una función teatral, va a cenar a casa de una de ellas. Después de la cena, pasan al salón y, por una razón inexplicada, no pueden salir de él”. Nadie mejor que el propio Buñuel para presentar una de las películas más enigmáticas y surrealistas de la historia del cine, cuyas alegorías y mensajes ocultos debe tratar de descifrar cada espectador. El ángel exterminador es, probablemente, la obra cumbre de la filmografía del cineasta de Calanda.
Por último, el lunes 21 de marzo se proyectará Ensayo de un crimen (1955), basada en la novela homónima de Rodolfo Usigli. Ensayo de un crimen es una película a medio camino entre la comedia negra y el drama psicológico donde Buñuel flirtea con el psicoanálisis para desglosar, sin soberbia pero con firmeza el rosario de obsesiones y traumas personales de Archivaldo de la Cruz (Ernesto Alonso), un burgués acomodado que, a consecuencia de un acontecimiento en su infancia, se ve asediado por una serie de fantasías homicidas.
Todas las proyecciones serán a las 20:00 en el Auditorio de la Casa de Cultura de Sant Joan d’Alacant y con entrada gratuita. Os esperamos.
La Filmoteca.