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Match Point de Woody Allen.


Ficha técnica y sinopsis. Portada del programa de mano.

 "Escribí el guión y fue bueno inmediatamente. Necesitaba a Scarlett Johansson y estaba libre. Quería conseguir un hombre muy sexy y Johnathan Rhys Meyers estaba disponible. Necesitaba que lloviera, llovía. Necesitaba sol, había sol. No pude cometer un error, no pude arruinar la película aunque lo intentara con todas mis fuerzas. Normalmente me quedo decepcionado con mis películas, pero vi Match Point y dije Dios mío, es buena. Pero la próxima vez no sé, no pasa siempre. No soy tan afortunado todo el tiempo". 
Woody Allen sobre la fortuna que tuvo en Match Point.


Para empezar, voy a destriparles la película, ejem, ésta no, sino una que Woody Allen rodó apenas tres años antes y que se llama Un final Made in Hollywood.

Bien, en esta película Woody Allen protagoniza a un director de cine neurótico, desquiciado, hipocondríaco y con problemas de amores que por culpa del estrés sufre una ceguera psicosomática y tiene que rodar toda una película completamente a ciegas. En esa labor le ayudarán su agente, un traductor de chino y su exmujer (Tea Leoni), que es la productora. Cuando al final del rodaje recupera la vista y ve el copión se de cuenta de que la película es un desastre que no tiene ni pies ni cabeza. Aun así es estrenada cosechando unas deplorables críticas y cuando él cree que es el fin de su carrera, llega su agente con un periódico y le dice:
“No te lo vas a creer pero tu película está teniendo un éxito descomunal en Francia y ya he arreglado varios contratos para que ruedes tus películas allí. Te adoran”
A lo que él contesta:
“Es increible, aquí soy un patata y allí soy un genio.”
De esta manera Woody Allen hacía una reflexión crítica de la industria americana y se pavoneaba de su éxito de crítica en Europa. En un de sus famosas frases decía al respecto:  
“Es curioso, por alguna razón me aprecian más en Europa que EEUU, supongo que allí los subtítulos deben ser realmente buenos".
Pues bien, tres años después esa admiración se convierte en financiación y comienza una etapa europea con Match Point (2005), Scoop (2006), El sueño de Casandra (2007), Vicky, Cristina, Barcelona (2008). Conocerás al hombre de tus sueños (2010) y Midnight in Paris (2011).

“Gran parte de la vida depende de la suerte. Aquel que dijo que más vale tener suerte que talento conocía la esencia de la vida. La gente tiene miedo a reconocer que gran parte de la vida depende de la suerte. Asusta pensar cuantas cosas escapan a nuestro control. En un partido hay momentos en que la pelota golpea la red y durante una fracción de segundo puede seguir hacía delante o caer hacía atrás. Con un poco de suerte sigue hacía delante y gana, o no lo hace y pierdes.”

Con este símil entre la vida, la fortuna y el tenis, Woody Allen comienza su película. Match Point (punto de partido en castellano) se refiere al tanto que de ser conseguido en el tenis hace que ganes el partido. Si lo llevamos al nivel extremo que nos cuenta en la introducción hace decantar al ganador. O llevando ese mismo símil a la vida real nos haría variar entre situaciones tan dispares como la culpa o la inocencia.

El Woody Allen que nos encontramos guionizando y dirigiendo esta película es el más dedicado a contarnos historias sobre las personas y sus interrelaciones, ya sean amorosas o sociales. En Match Point pone a dos personajes de clase social media, el protagonista irlandés (Jonathan Rhys Meyers) y a una guapa y mala actriz americana (Scarlett Johansson) , entre la más alta clase social londinense. Una pseudo aristocracia burguesa que si te reconoce como a uno de ellos te amamanta, cuida y promociona, pero que al contrario puedes ser objeto de puro entretenimiento temporal, desechable como aspirante a su clase.

El director ha admitido miles de veces su admiración por directores como Bergman, Fellini, Buñuel, Kurosawa, Chaplin o Los hermanos Marx. En esta ocasión rinde homenaje, como ya hiciera en “Misterioso asesinato en Manhhatan” al cine negro de Perdición  (Double Indemnity, 1944) de Billy Wilder o El extranjero (The Stranger, 1946) de Orson Welles. Este nuevo registro ya lo tocaría años atrás con la que es un claro precedente formal y temático de Match PointDelitos y Faltas (Crimes and Misdemeanors, 1989). Tanto una como la otra beben de otra fuente clara de inspiración alleniana, la literatura. El director neoyorquino también ha confesado su interés en las obras de Borges, Freud y como no, Fiodor Dostoievsky y su obra, sobre todo “Crimen y castigo”. Por si algún despistado no se percatara de la clara semejanza entre su película y la obra del escritor ruso, Woody Allen nos muestra a su protagonista al poco de comenzar la historia, acomodado en su casa leyendo “Crimen y castigo” y una biografía de Dostoievsky titulada “The Cambridge companion to Dostoiseky”. Vamos, claro y en botella. Sucintamente decir que la obra del ruso trata sobra la culpabilidad que un personaje siente al haber cometido un crimen.

El tema de la película es claramente el azar, pero por el camino, Woody Allen con su estilo discursivo, (sus personajes rara vez hablan sin tener nada que decir) nos muestra las ansias por ascender social y económicamente del protagonista, pero a la vez también nos enseña una amplia gama de sentimientos humanos: amor, deseo, celos, tentación, obsesión, frialdad… Seres humanos cómodos, acostumbrados fácilmente a los placeres de la vida, pero que para mantener su status quo son capaces de lo peor. Ante la amenaza, ante un posible mal futuro hay que actuar ¿cómo? ¿preventivamente?. El protagonista tiene que jugar con reglas nuevas y adaptarse a un juego diferente. Adaptarse o perder el punto de partido, el tren de la buena vida. Aquí el interés se impone a los principios, y la ambición es el motor del personaje principal.

Lo que está claro es que con este film, el primero de los rodados fuera de Estados Unidos, Woody Allen dio la campanada y sorprendió a seguidores y detractores por igual. Cambió a la caterva de actores habituales que le acompañan por dos jóvenes, destacando la sensual Scarlett Johansson. También cambió de registro musical. El habitual jazz que suena en sus comedias y del que es aficionado dándole al clarinete, pasa convertirse en opera, más acorde a la moderna tragedia griega que nos quiere mostrar. Para los melómanos decir que la banda sonora incluye el tema "Una furtiva lágrima", interpretado por Enrico Caruso y la ópera de Gaetano Donizetti: "L'Elisir d'Amore". Al igual que varios fragmentos operísticos del Otello de Giuseppe Verdi.

Con Match Point, Woody Allen fue nominado por 14ª en los Oscar al mejor guión original, demostrando lo que decíamos antes de su estilo discursivo. Entre otros reconocimientos se le otorgó el premio de mejor película extranjera en los Goya de 2005. Como méritos a su carrera ha sido Premio Príncipe de Asturias de las Artes y nombrado Doctor Honoris Causa por una universidad catalana.
En definitiva, Woody Allen es de los directores más personales e irrepetibles, fácilmente reconocible en su prolífica obra. Otros directores serán mejores, pero no tan únicos.

JMT.
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